La creatividad como actividad económica tiene un gran potencial para generar valor, por lo cual merece atención e inversión a nivel mundial y se alinea con la megatendencia de masificación del conocimiento y convergencia tecnológica (M7) y globalización económica (M5). Las industrias culturales y creativas promueven la innovación y la diversificación productiva de las economías, fomentando a su vez el desarrollo de un país o comunidad¹.

El sector creativo y cultural puede agruparse en: a) industrias culturales convencionales, que incluye la audiovisual, editorial, fonográfica; b) ay patrimonio, que se refiere a las artes visuales, artes escénicas y espectáculos, turismo y patrimonio; c) creaciones funcionales, nuevos medios y software, que incorpora el diseño, la publicidad, el software, videojuegos, moda, contenido digital y, por último; d) soporte para la creatividad donde se encuentran las investigaciones, desarrollo e innovaciones, la educación profesional creativa, formación técnica especializada y las autoridades sectoriales y de propiedad intelectual.

A nivel global el mercado de bienes y servicios creativos generó una tasa de crecimiento promedio anual del 7,3% durante el período 2003-2015². Estudios como el de Zanabria y Villarino (2019) han cuantificado el peso del sector creativo en Paraguay, mediante el cálculo del Valor Agregado Bruto Creativo (VABC). Para el año 2016, se estimó que el VABC representó el 2,5% del VAB total de la economía³ y el crecimiento acumulado que tuvo desde 2008 hasta dicho periodo fue del 39,9%. En términos de empleo, 49.300 puestos de trabajo correspondían a este sector en el 2016. Entre los avances que ha tenido el país en los últimos años están la Ley de Fomento Audiovisual y la conformación de la Federación de Industrias Creativas. Sin embargo, en promedio, entre los años 2008 y 2014, se destinó menos del uno por ciento del Presupuesto General de la Nación a la Secretaría Nacional de Cultura, y se considera uno de los más bajos de la región⁴.

En Paraguay, el campo de la economía creativa presenta como desafío la falta de priorización de las políticas culturales y la discontinuidad existente en los programas que buscan fortalecer y desarrollar el sector. La innovación y la tecnología son herramientas claves para afrontar el futuro y en Paraguay existen nichos de mercados poco explotados y con mucho potencial que pueden ser aprovechados para el desarrollo del sector creativo. Por consiguiente, la inclusión de todas las actividades innovadoras, no solo tecnológicas y científicas, sino también culturales y creativas, son importantes, dentro de la agenda de los tomadores de decisiones de políticas públicas teniendo en cuenta la megatendencia de cambios demográficos (M1) y empoderamiento ciudadano (M8).

¹ Hausmann, R., et al., 2013. The Atlas of Economic Complexity: Mapping Paths to Prosperity 2nd ed., Cambridge: MIT Press. Copy at http://www.tinyurl.com/y67m6n72

² UNCTAD (2018) Creative Economy Outlook and Country Profiles 2002- 2015.Ginebra.

³ https://www.cird.org.py/econaranja/el-proyecto/

⁴ Zanabria y Villarino (2019) Diagnóstico cuanti y cualitativo de la economía naranja en Paraguay. BID LABja/el-proyecto/